El portafolio
pedagógico es una estupenda herramienta para el trabajo en el aula, en
cuanto a que los estudiantes no sólo aprenden en un área sino que pueden
integrarlas todas en su portafolio,
ya que éste no se acaba nunca sino que se alimenta a diario con material y con
elementos reflexivos del estudiante para y sobre su proceso de aprendizaje.
Para el docente es una herramienta que permite ver y
controlar la forma de aprender de sus alumnos y sus estructuras de pensamiento,
además de facilitarle una estrategia de organización y desarrollo de su
creatividad.
Son, por tanto, una herramienta que facilita la
evaluación integral de los estudiantes, profesores y de los programas
académicos. Además reflejan qué valores y habilidades han desarrollado los
estudiantes y profesores a lo largo de su trayectoria, y qué cursos o
actividades han propiciado este crecimiento personal.
Pero, como
todo lo nuevo, la incorporación de los e-portafolios
en la enseñanza requiere formación, voluntad, esfuerzo y valentía por parte del
profesorado. Además, supone una dedicación de tiempo que, muchas veces, es
complicada de obtener teniendo en cuenta las dinámicas y metodologías actuales
en la mayoría de las aulas, donde los libros de texto y los exámenes como forma
de evaluación tradicional, ocupan la mayor parte del tiempo.
Poco a poco, día a día, tenemos que ir
introduciendo esta nueva forma de trabajo que, a la larga, fomentará una
consecución mayor de las competencias de nuestros alumnos, sobre todo en
autonomía personal y en aprender a aprender.
Antes
de implantar esta nueva forma de evaluación y reflexión hay que analizar las
ventajas y los inconvenientes para saber a qué nos atenemos:
Ventajas
· Implican una participación activa por parte de los alumnos.
· Promueven la responsabilidad sobre su trabajo.
· Ayudan a autoevaluarse.
· Permiten la adaptación en función de sus capacidades, intereses o necesidades.
· Complementan la información del profesor a la hora de la evaluación
global del alumno/a.
· Es una forma de dejar espacio a la creatividad del alumnado
Inconvenientes
· Exigen un tiempo del que no siempre se puede disponer, tanto por parte
del profesor como alumno, al coexistir en nuestras aulas otras formas más
tradicionales de trabajar: libros de texto, exámenes, diversas metodologías
para cada especialista...
· Algunos contenidos son difíciles de observar con el trabajo del e-portafolio y requiere que
además se usen otras formas de evaluación.
· La autoevaluación es un proceso que necesita tiempo y entrenamiento.
· Para ponerlo en marcha es
necesario formarse sobre el tema. Esto supone un tiempo que no siempre tienen o
quieren ofrecer los docentes.
Desde mi punto de vista, y dado que la sociedad ha
evolucionado y está inmersa en el llamado “boom” tecnológico deberíamos
aprovechar las posibilidades que ofrece el e-portafolio.
Deberíamos aprender a trabajar con él y así ofrecer a los alumnos nuevas alternativas
a la hora del almacenamiento de información y evaluación de los aprendizajes.
Os dejo aquí un par de links que me han parecido
interesante sobre lo que os acabo de comentar.
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